martes, 8 de marzo de 2016

TUS GENES Y LA POLÍTICA

 La mayoría de nosotros votamos lo mismo o parecido que nuestros padres. Y solemos pensar que compartimos su ideología por la educación que nos dieron y por llevar una vida parecida. Pero los últimos avances científicos demuestran que la ideología también está condicionada por componentes biológicos.
Ojo, no es que llevemos prefijado de nacimiento el partido al que vamos a votar ni tampoco que uno nazca siendo ya de izquierdas o de derechas, pero tanto los genes como la estructura del cerebro de los votantes conservadores y los progresistas muestran ciertas diferencias. No es ciencia ficción, sólo ciencia.
Las personas conservadoras tienen más desarrollada la amígdala cerebral, un órgano en el centro del cerebro que se asocia con la gestión del miedo y con la aversión a asumir riesgos. Y los cerebros de los más progresistas muestran una mayor densidad de materia gris en una zona que se llama cíngulo anterior, que se vincula con una mayor capacidad de aceptar la incertidumbre y de adaptarse a situaciones novedosas.
 El estudio reconoce la «fuerte correlación» entre la estructura del cerebro y la ideología política.

No hay comentarios:

Publicar un comentario